. . . ¿dónde?
A las 19 hs.
La poesía es un lugar de encuentro donde todas las voces y todos los ecos dejan su marca. Fugacidad y persistencia. Por eso este espacio, donde la palabra será la protagonista, la palabra que vuela de boca en boca y de mano en mano. Una buena manera de empezar a encontrarnos es recordar a Miguel Hernández: "Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea."
El umbral.
Alicia Origgi
Mmm.. mmm… qué suave…me puedo extender hasta los bordes de mi encierro. Ahí la frontera se dilata. Me parece que tengo compañía en este silencio. Prrr..Prrr.. Prrr…Tal vez son varios. ¿Qué oigo? Tuc, tuc, tuc. Los latidos se repiten monótonos perfectamente sincronizados, tuc, tuc, tuc, ahora sí, estoy seguro de tener compañía. Nos movemos en el líquido oscuro y silencioso de aquí para allá. Pero hay una frontera, estoy seguro de que hay una frontera.
De a poco mmm, mmm me vienen ganas de extenderme, me encuentro incómodo donde antes disfrutaba dejarme llevar. Pam, pam, pam, algo nuevo dentro de mí se abre paso y me obliga a confrontar. Necesito buscar los límites, enfrentarlos.
Rrrr, Rrrr, Rrrr, el espacio se va reduciendo día a día. GLL, GLL, GLL, los líquidos se agitan hurgando en los intersticios de mi mundo perfecto.
Nuevas sensaciones inquietantes se suceden vertiginosamente. Hush, hush, hush, se desata un movimiento que me agita dentro de lo oscuro. Hush, hush, hush, navego envuelto en ondas que me arrastran, algo adentro mío empieza a crecer. Hush, hush, hush, empiezo a topar con las paredes. Presiento otros vaivenes. Algunos parecen angustiados. Somos varios respirando todos juntos. Hush, hush, hush El medio está muy revuelto. No podemos escapar. Debemos seguir la ruta que marcan las corrientes subterráneas. Chocamos contra la frontera una y otra vez. Más y más rápido.
En la última sacudida, envueltos en el torrente, atravesamos impetuosamente todos los obstáculos. Flusssssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Una luz cegadora. Estamos afuera.
Miauuuuuuuuuuuuuuu.Miauuuuuuuuuuuuuuuuuu: Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Un mundo lleno de colores vibrantes y de sonidos chillones.
Miauuuuuuuuuuuuuuu.Miauuuuuuuuuuuuuuuuuu: Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
Los ruidos me asustan.
Dicen que mi mamá quedó exhausta por el esfuerzo. Sin embargo, nos fue lamiendo uno por uno, después de comer la placenta. Puajj, qué asco me dan los otros. Somos cinco parecidos, llenos de un pelo tibio, revueltos en líquido amarillo.
Todo es demasiado luminoso para mí y bastante áspero. La lengua de mi madre, el rozar de la tela que nos cobija, los otros cuerpos hechos un ovillo. Recién ahora empiezo a percibir aromas. Eso me gusta un poco más, me siento cansado, quiero a mi mamá para mí solo.
Miauuuuuuuuuuuuuuu.Miauuuuuuuuuuuuuuuuuu: Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.
La lucha por la vida acaba de empezar.
Francisco Garzón Céspedes (Cuba/España) presentó en
Todas las niñas y todos los niños tienen derecho a esperar que, muchas veces y sin tener que pedirlo, los adultos, madres y padres, abuelas y abuelos, tías y tíos, entre otros de la familia o de la amistad; en salones y dormitorios, cocinas y comedores, portales, patios y terrazas, aulas y salas de lectura, parques y plazas y campos y playas; les cuenten oralmente recuerdos y anécdotas, y les cuenten los más disímiles argumentos, les digan refranes y máximas, dichos y pensamientos, para que cualquier espacio sea un espacio de oralidad y de comunicación humana donde juglares de la ternura encuentren en su conciencia y en su memoria, en su razón y en su corazón, las palabras que completan y expanden, las palabras que curan y salvan, las palabras de la felicidad y de la alegría, las palabras de los criterios, las sensaciones y los sentimientos, las palabras de la lealtad, la dignidad, la tolerancia, la fraternidad y la libertad, las palabras del amor y la solidaridad y la amistad y la generosidad, las palabras bienintencionadas y bienhechoras del mejoramiento humano. La oralidad es la suma de la vida.
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.
La hermanita perdida
(Atahualpa Yupanqui)
De la mañana a la noche,
de la noche a la mañana,
en grandes olas azules
y encajes de espuma blanca,
te va llegando el saludo
permanente de la Patria.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Amarillentos papeles
te pintan con otra laya.
Pero son veinte millones
que te llamamos: hermana ...
Sobre las aguas australes
planean gaviotas blancas.
Dura piedra enternecida
por la sagrada esperanza.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Malvinas, tierra cautiva,
de un rubio tiempo pirata.
Patagonia te suspira.
Toda la Pampa te llama.
Seguirán las mil banderas
del mar, azules y blancas,
pero queremos ver una
sobre tus piedras, clavada.
Para llenarte de criollos.
Para curtirte la cara
hasta que logres el gesto
tradicional de la Patria.
Ay, hermanita perdida.
Hermanita, vuelve a casa.
Es muy fuerte la emoción para quienes han vuelto a las islas años después de terminada la guerra. De lecturas y conversaciones al respecto, con el R.P. Jorge Oesterheld en especial, surgió este poema:
“La primera sensación es el viento en la cara. Momentos después se siente la tierra a cada paso, y la emoción . . . “
P. Jorge Oesterheld, Soplar sobre la herida
Viento blanco soplando
sobre la tierra herida
múltiples reclamos de dolor
incendiando el horizonte.
¿Qué de nosotros se consume
en ese fuego de sangre?
¿Cuánto de alma se atraviesa de pena
en ese bautismo de hielo?