Mi amigo Fabián Vique es un experto en microrrelatos. Tienen muchos y muy buenos. Algunos me resultaron tan irrestibles que no pude evitar narrarlos más de una vez. A modo de muestra:
Un flor cada día
Según las creencias de los antiguos quiyús, si alguien deja cada día una flor sobre la tumba de la amada, al cabo de un cierto número de días (la cifra es secreta), la amada se levanta de la tumba, le revela una verdad al amado y regresa a la tierra. Así lo hice. Durante años, cada día, con sol o con lluvia, con nieve o con escarcha, dejé una flor sobre la sepultura donde descansa el cuerpo de Cristina. Hoy, finalmente, apenas dejé la orquídea, la tierra se abrió y mi amada, resplandeciente y lozana, se elevó sobre la grava, me miró gravemente y me dijo: -¡Vos siempre igual, Mauricio, seguís perdiendo el tiempo con supersticionjes ridículas! ¿cuándo vas a sentar cabeza? Me miró con desprecio y volvió a la tumba.
¡Qué buen relato! Me encantan las microficciones, ya lo sabés. Mi admiración para los que pueden escribir un cuento muy breve que exprese "mucho". También, para "algunas poetizas..." por eso nos veremos el 18 en la biblioteca. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Genial! ¡Creíble totalmente lo de "irresistible a ser narrado" Ana!Felicitaciones y es cierto no recibimos info sobre la presentación en la Biblioteca, sin lugar a dudas el 18 habrá duendes cuenteros por todo el oeste para todas las voces! ¡Éxito!
ResponderEliminarEstimada amiga,
ResponderEliminarte escribimos desde una editorial española porque estamos intentando localizar a Fabián Vique para incluirlo es una antología que estamos preparando de microrrelatos a cargo de la escritora Clara Obligado. Te rogaría por favor que le dieses nuestro contacto: Juan Casamayor, de Editorial Páginas de Espuma (ppespuma@arrakis.es)
Espero tus noticias agradeciendo tu interés y amabilidad.
Abrazos
Juan