miércoles, 8 de agosto de 2018

Debo confiar en el viento


Debo confiar en el viento

canta sílabas de olvido
alrededor de las cabezas
y penetra solo en los oídos abiertos
que sonríen a su paso

mastica desechos de corazones viejos
rojos jirones que se deshacen
en ráfagas certeras.

Debo confiar en el viento

es una mano precisa que borra
que clava su caricia filosa
y todo pasa
y todo vuelve
bajo su abrazo inclemente.

Sé que hoy
debo confiar en el viento.

Una orilla. Un río


Mi padre camina por la orilla del río.
Va solo contra el viento.
No pierde, sin embargo, la elegancia. El saco abotonado, la camisa planchada, la corbata impecable. (Mi padre siempre amó las corbatas).
Sobre el pedregullo resuenan sus pasos de zapatos acordonados, lustrosos.
Es joven mi padre. Todavía es negro su cabello. Su boca anhelante destila esperanza. Habla de un tren, una estación, una mujer tibia.
Es joven, muy joven. Tomo su mano de niño casi y camino con él por la orilla del tiempo. Nuestras huellas se confunden, se abrazan. Nos miramos largamente con esa hondura que da el saberse solo del aire. Me sonríe. Es tan joven. Aún no sabe que lo veré llorar ausencias, que me envolverá su olor dulce, que amará hasta lo más íntimo del hueso. Ese joven que camina por la orilla y que va solo contra el viento no sabe aún que será mi padre.

Epistolario

¿Escribir cartas es cosa del pasado? Tal vez así sea, pero quienes han frecuentado esta forma de comunicación nos dejaron una infinidad de testimonios de las zonas más íntimas de su ser y de la realidad del país y del mundo. Epistolario propone un breve repaso por algunas de ellas para conocer, recordar, emocionarnos.

viernes, 6 de julio de 2018


El jardín de Eros
Espectáculo de narración oral 
Cuentos y canciones

Los esperamos en Cultura Millenium, un espacio donde la belleza y la calidez son los mejores aliados del arte. Y está muy cerca, en pleno centro de Castelar, a 50 metros de la estación.
El jardín de Eros