viernes, 17 de julio de 2009

Literatura . . . ¡y basta!

Mucho se discute si existe o no la "literatura infantil" y, en caso de que exista, cuáles son sus alcances, cómo dividirla en edades de acuerdo al destinatario, qué temas debe o no debe tratar, etc.
Creo que sería mucho más sencillo hablar de "literatura sin adjetivos", como nos propone María Teresa Andruetto, y priorizar la calidad, el arte, que solo los buenos escritores son capaces de ofrecernos para apelar a nuestras emociones, a nuestros recuerdos, a nuestras zonas íntimas. Es allí donde la magia se produce cada vez que un texto conmueve al lector, independientemente de su edad. Y como muestra, va este cuento de Alicia Origgi, destinado a lectores de ¿qué edad? Que cada uno conteste la pregunta, si puede.

El umbral.

Alicia Origgi

Mi vida transcurre mansamente en este refugio tibio. No tengo registro del tiempo. Las corrientes fluctuantes pasan a mi alrededor. Cluc, cluc, cluc. La oscuridad es materia flotante. Prrrr…Prrrr…Prrr… ¿qué pasa? Pasa un temblor que poco a poco se convierte en una vibración Prrr… Prrr… Esta sensación hasta hoy me tranquilizaba; algo en mi mundo es previsible, ese palpitar que se repite constantemente tuc, tuc, tuc me consuela en el silencio.

Mmm.. mmm… qué suave…me puedo extender hasta los bordes de mi encierro. Ahí la frontera se dilata. Me parece que tengo compañía en este silencio. Prrr..Prrr.. Prrr…Tal vez son varios. ¿Qué oigo? Tuc, tuc, tuc. Los latidos se repiten monótonos perfectamente sincronizados, tuc, tuc, tuc, ahora sí, estoy seguro de tener compañía. Nos movemos en el líquido oscuro y silencioso de aquí para allá. Pero hay una frontera, estoy seguro de que hay una frontera.

De a poco mmm, mmm me vienen ganas de extenderme, me encuentro incómodo donde antes disfrutaba dejarme llevar. Pam, pam, pam, algo nuevo dentro de mí se abre paso y me obliga a confrontar. Necesito buscar los límites, enfrentarlos.

Rrrr, Rrrr, Rrrr, el espacio se va reduciendo día a día. GLL, GLL, GLL, los líquidos se agitan hurgando en los intersticios de mi mundo perfecto.

Nuevas sensaciones inquietantes se suceden vertiginosamente. Hush, hush, hush, se desata un movimiento que me agita dentro de lo oscuro. Hush, hush, hush, navego envuelto en ondas que me arrastran, algo adentro mío empieza a crecer. Hush, hush, hush, empiezo a topar con las paredes. Presiento otros vaivenes. Algunos parecen angustiados. Somos varios respirando todos juntos. Hush, hush, hush El medio está muy revuelto. No podemos escapar. Debemos seguir la ruta que marcan las corrientes subterráneas. Chocamos contra la frontera una y otra vez. Más y más rápido.

En la última sacudida, envueltos en el torrente, atravesamos impetuosamente todos los obstáculos. Flusssssssssssssssssshhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Una luz cegadora. Estamos afuera.

Miauuuuuuuuuuuuuuu.Miauuuuuuuuuuuuuuuuuu: Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Un mundo lleno de colores vibrantes y de sonidos chillones.

Miauuuuuuuuuuuuuuu.Miauuuuuuuuuuuuuuuuuu: Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

Los ruidos me asustan.

Dicen que mi mamá quedó exhausta por el esfuerzo. Sin embargo, nos fue lamiendo uno por uno, después de comer la placenta. Puajj, qué asco me dan los otros. Somos cinco parecidos, llenos de un pelo tibio, revueltos en líquido amarillo.

Todo es demasiado luminoso para mí y bastante áspero. La lengua de mi madre, el rozar de la tela que nos cobija, los otros cuerpos hechos un ovillo. Recién ahora empiezo a percibir aromas. Eso me gusta un poco más, me siento cansado, quiero a mi mamá para mí solo.

Miauuuuuuuuuuuuuuu.Miauuuuuuuuuuuuuuuuuu: Miauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu.

La lucha por la vida acaba de empezar.

domingo, 12 de julio de 2009

De imágenes y palabras

Así como no es casual el encuentro entre un libro y sus lectores, tampoco lo es entre la obra plástica y sus espectadores. Si me encontré con la obra de Ernesto Pesce en en el Centro Cultural Recoleta no fue por caualidad sino porque, sin duda, mis pasos debían encaminarse hacia ese preciso lugar en ese preciso momento para vivir esa experiencia intensa, esa emoción que provocan sus texturas, sus colores profundos, sus formas sorprendentes. Seguramente el poema podrá explicarlo mejor:


Agua I

a Ernesto Pesce

Derivarme a la deriva
en tu universo de verdes
aguas
profundidades
hilos que entrelazan pasos
perdidos
en la inmensidad del instante
fortalezas ambiguas
sobrellevando el peso de sus débiles contornos
enfrentados al abismo
intangible

del espacio

martes, 7 de julio de 2009

Elogio de la brevedad

Recordando esta tarde a Don Mario, el poeta entrañable, encontré (recordar es, de un modo u otro, buscar) algunos de sus haiku:

La poesía
dice honduras que a veces
la prosa calla

Hay pocas cosas
tan ensordecedoras
como el silencio

Óyeme oye
muchacha transeúnte
bésame el alma

Drama cromático
el verde es un color
que no madura

Ola por ola
el mar lo sabe todo
pero se olvida

Botella al mar
esa que esperan todos
y está vacía


A pesar de la exigencia, formal y conceptual, del haiku, es imposible no reconocer el espíritu de Mario Benedetti en estos bellos y breves poemas.

lunes, 6 de julio de 2009

Oda a la clase de literatura

Receso invernal. Tarde de lluvia. Tiempo lento,propicio para reencontrarse con papeles viejos. Y entre ellos, una joya: este poema escrito por dos alumnas, hace ya ¿cuántos años? ¿ocho? ¿diez? Ojalá, Daniela, Natalia, por esas cosas de la vida, lean este blog y se sorprendan al descubrirse adolescentes en pleno ejercicio de la palabra:

Imposible.
No se tocan, se oyen.
Fluyen del espíritu,
perfuman el aire con sus frases
como un murmullo que acaricia
y abre la puerta del alma sosegada.

Caminos al recuerdo que vienen del mañana
el tiempo se detiene, se extingue
y recorre la curva del planeta.
Me cuenta historias de tristezas y alegrías
de amores encontrados
de almas perdidas
de sitios olvidados
de pasiones que se esfuman
en miles de noches frías.
Y sus palabras me besan, me abrazan
hacen poesía.
Como un fuego que corre y canta
agua que crea.

Y las páginas se unieron como plumas
y volaron las alas de los libros
recorriendo recovecos de siete mundos olvidados
trayendo a la memoria tesoros del pasado
convirtiéndolo todo en historia y fantasía
que se mezclan, que se tocan, que convencen
y que se elevan en un vuelo infinito
a las alturas tan inmensas del cielo.

Así son, inmensas fuerzas creadoras
que te dicen: "llámalos y vendrán
héroes y minerales
la rosa del amor
la voz del fuego
la frescura del viento
todo vendrá a tu lado".

Palabras que se cruzan en miles de caminos
formando laberintos que llaman al destino
que inspiran tu alma, que atraen tu espíritu
dejando volar tu imaginación hacia el infinito.

Te ponen alas.
Y vuela.
Color del texto
Y vuelan.
Vuelas . . .



Daniela Pasquali y Natalia Saulo
3º Polimodal, T. M., Cristo Obrero

sábado, 4 de julio de 2009

Celebración de la palabra

El miércoles 1 de julio se realizó una jornada de estímulo de la lectura y la escritura en la E.G.B.A. Nº 702 de Morón, a la que tuve el honor de asistir como escritora y narradora invitada. Fue una verdadera celebración de la palabra. Hubo poesía, cuentos, lecturas, narraciones y hasta un rico mate cocido, calentito, para reconfortar la garganta y el corazón. Lo más importante, lo más emocionante fue, sin duda, el enorme trabajo que habían realizado previamente los alumnos de la escuela, acompañados por sus maestros, y que estaba bellamente exhibido el salón de actos: cuentos, entrevistas, haikus, frases alusivas y la valentía de algunos de pararse en el frente y leer en voz alta frente a todos los asistentes, para admiración de sus compañeros y emoción incontenible de sus maestras.
La yapa: conocí a Norma Lugo, periodista y narradora exquisita con quien compartí la contada de esa tarde magnífica, que seguramente dejará huellas en la memoria de todos los participantes.