viernes, 11 de febrero de 2011

Segundo cielo



Fuga

-¡Cielos!- exclama el joven empresario (musculoso, bronceado, ambo impecable, pelo rubio perfectamente cortado) al salir del edificio de vidrio y acero mientras escucha en su celular de última generación que las acciones de su compañía han bajado un quince por ciento.
Un tanto preocupado, sube a su Nissan alta gama y sale en busca de su chica, que ha ido de compras a la Quinta Avenida. Ella (taco aguja, tailleure crudo, camisa de seda uva) es alta, delgada, joven, bronceada y, por supuesto, rubia. La chica sube al auto y deposita sus bolsas de papel madera (catorce) en el asiento trasero. Pocos minutos después se detienen ante un edificio antiguo, en el corazón de la city. El joven empresario desciende y ella aprovecha para sacar su pupa y retocarse el maquillaje. Con énfasis, con gula, vuelve a pintarse los labios. Al ratito reaparece él con un maletín de cuero negro. Vuelve a subir al auto y mira a la chica con una sonrisa cómplice. Su colmillo brilla en el aire de la tarde. Rápidamente ponen rumbo a la autopista. Una vez allí, acelerador a fondo y, mientras la cámara retrocede para mostrar una vista panorámica, ante el estupor de director y asistente, arrojan las chaquetas por las ventanillas y desaparecen para siempre, lejos, muy lejos, de los cielos de Nueva York.

3 comentarios:

  1. El primer cielo encierra magia y un estado metafísico que transporta. El mini te consagra como guionista. Hermosa escena. Fuerte. Cinematográfica. Me atrajo esto de ser cómplices. Mi cielo denuncia el maltrato a la naturaleza y se tiñe de verde como símbolo de protesta. Abrazo color cielo límpido.

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  2. Gracias, Gus. Me encantó haber hecho esta tarea.
    Ahora le toca a Patricia proponer una frase o idea. Y que la palabra siga fluyendo, que la poesía no se calle, que el silencio no nos gane, que nuestras voces siempre tenganalgo que decir.
    Abrazos.

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  3. Hermoso, Ana, tanto el segundo como el primer cielo. Las imágenes de ambos son realmente bellas... ¡Las veo! sobre todo el colmillo...en el aire de la tarde...
    Como será que me gusta esta "complicidad" que incorporé la etiqueta correspondiente.
    Propongo una frase de mi poema dedicado "A los infinitos amantes que ella tiene".La frase es COMBATE CON LA NOSTALGIA... Prometo no autoplagiarme. Abrazos.

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