lunes, 7 de febrero de 2011

Sobre La gota que horada los sueños - IV

¡Hola, querida Ana! Recién puedo escribirte con tranquilidad, para comentarte algunas de las tantas "impresiones" que tu poesía me dejó grabada.
Lo irónico es que leí todo el libro apenas llegué a casa, por la ansiedad y motivación que traía al haber escuchado a los presentadores y la inevitable atracción que en mí ejerce la poesía. Y me dormí "inundada" por ellla.
Por lógica, después lo fui releyendo con las pausas necesarias y cada "mirada" a tus "sueños" me iban motivando más.
En primer lugar, inevitablemente la "gota" te horadó hasta llegar al fondo de tu alma. Ahora con más énfasis te digo que sigas mencionándola, porque es lo mismo que querer atajar el viento.
Bien lo definís en uno de tus poemas: "Viento blanco soplando sobre la tierra herida... incendiando el horizonte..." "¿Cuánto de alma se atraviesa de pena en ese bautismo de hielo?"
Y a medida que nos introducimos en ese camino de "la gota que horada los sueños", nos vamos salpicando hasta llegar a empaparnos con "...aguas que lustran...", "...que siempre condrcen a la eternidad del agua..." "...debajo del rocío..." "...húmedo de amor..." "..."salpicadura apenas..." "...el agua cruje..." "...el alma cruje..." hasta estallar: "...El agua se quiebra en pedazos de alma..." "...Marea el agua oleaje persistente..." "...estalla el agua en pequeños universos..."
Agua y Alma en una mimesis inevitable. Tu alma toda se descubre en tu poesía., Ana.¿Cómo vas a dejar de mencionarla, si aflora en todos los poemas?
Nos proponés el recorrido: "...caminar...dormir...amar al fin...y respirar la desnudez del aire..."
Y no sigo porque te abrumaría, y no es la intención. Sólo me queda agradecerte el haberme hecho partícipe de ese "oasis poético" tan humano, en medio del brumoso desierto de situaciones tan inhumanas como las que vivimos cotidianamente. Me pregunto: ¿Qué sería del mundo sin los poetas y su palabra de luz?


Myrina

No hay comentarios:

Publicar un comentario