Hay una noche
primera noche
en que el sonido del mundo
se hace música
y celebran los sentidos
la íntima fiesta del asombro.
Pero hay una noche
primera noche
en que el silencio del mundo
se nos hace infinito
y somos otra vez
figura libre de contornos
aire desbordado
impreso apenas
en el aire.
Etérea, eterna...poesía diáfana que provoca ensoñación. Abrazo.
ResponderEliminar