Un comentario de mi amigo Gustavo me hizo acordar a Fernando Pessoa:
El poeta es un fingidor.
Finge tan completamente
que hasta finge que es dolor
el dolor que en verdad siente.
Y los que leen lo que escribe,
en el dolor leído sienten
no los dos que el poeta tuvo,
solo el que ellos no tienen.
Y así por los carriles rueda
Para distraer la razón,
Ese tren a cuerda
que se llama corazón.
(Autopsicografía)
HERMOSO, ANA. PESSOA NOS UNE Y ENGALANA EL BLOG. ABRAZO.
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