martes, 10 de febrero de 2009

Urgencia de luz

Es mi segundo libro. Salió en julio de 2005, con prólogo de Paula Martín y presentado por Alicia Origgi. La ilustración de tapa también la hizo Grabriela Morales. La primera presentación fue en La Nube. La segunda en la Parroquia Virgen de las Flores. Alejandro y Luis Visconti vinieron a cantar y a animar. Fue una verdadera fiesta: hubo música, baile, brindis, amigos y poesía. Aquí van algunos poemas:

El deseo es un niño
de mirada furtiva.
El deseo es un niño
golpeando mi pecho.
Desde el fondo de los sueños
tu voz grita
urgencias y promesas.
Pero...
En el fondo de los sueños
se ahoga tu voz
y se me escurre,
arena pálida y oscura
entre los dedos.
Y yo ingreso lentamente
a tu morada
con un niño dormido
sobre mi pecho.

La frente quieta de mi padre
y los sueños que se agolpan ansiosos
sobre ella.

De los sueños emerjo
niña
de cara redonda
novia
de vestido blanco
madre
que acuna otros sueños
hija, por fin
que apoya
su mano imprecisa
sobre la frente quieta de mi padre.

”Ana de pies humedecidos”
dijiste irreverente
y tu palabra grabó sobre mis venas
una imagen de mujer
sonámbula de sueños
caminante de promesas.
Verás entonces
que ni el tiempo ni las horas
ni los besos ni los vientos
quebrarán la profecía
y encontrarás una mañana
agazapada en el espejo
una imagen de mujer
de mirada seductora
y sonrisa voluptuosa
que te grita irreverente:
“Ana de pies humedecidos”.

en Venecia

Un canal de lágrimas
desciendió de las barandas
labradas en el hierro
como un horizonte bordado
horadado de tiempo
de sales, de suspiros
de ojos enigmáticos
de bocas estampadas
en los sutiles encordados
del aire.
Un canal de lágrimas
corrió
entre arenas arduas
entre Mozart y Vivaldi
y un millón de copas
abiertas al brindis
infinito
hasta dormirse mansamente
en el corazón
profundo y eterno
de una muñeca veneciana.

El aullido del viento
se hizo agudo
y atravesó
como un disparo
mi corazón.
Pero entonces el viento
alzó su coro de letanías
y todo fue oscuridad
y vidrios rotos
y astillas sobre mis manos
y saber
que en medio de la noche
se oirá por fin un grito
que partirá para siempre
las sombras
y ya no podré ver
las puntas de tus pies
danzando como antes
sobre mi alma.

El agua contra los muros
y este dolor distante
puerta abierta hacia el deseo
perseguido
perseguido
inalcanzable
sumergido en el océano
del tiempo.
Tal vez mis manos
estiradas
podrán tocar apenas
la cabellera vaporosa
de la infancia
y alcanzar una minúscula gaviota
de seda
transparente
como el beso del principio
del instante
perdurable apenas
apenas un instante
un parpadeo
y de pronto
la muerte
la auténtica
la única
la propia
sin ropajes
sin valijas
la muerte verdadera
asomada sin pudor
en el fondo de la copa.

2 comentarios:

  1. Ya sabés: en lapiz y papel, en ediciones de libros, quizás en una antigua máquina ,en la computadora, actualmente en el blog, es hermoso todo lo que aparece escrito por vos.

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  2. Gracias, amiga. Lo más hermoso es poder compartir uns vibración, una emoción. Saberse listas para salir a volar juntas aunque sea por el breve espacio de un poema.

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