Mi mano rehúye
el ojo de la gitana.
El verso atrapa al tiempo
y lo transita
en las líneas del poema.
De su boca hecha de mares
de neblinas
brotan profecías
como lágrimas de sal.
Y todo es nuevo en el poema
sin naves de retorno
y todo es cierto
y todo
sucediendo.
Real y bello, queridísima amiga. Un gran abrazo, poeta.
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