martes, 21 de febrero de 2017

Opinión de lujo


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“Defiendo mis palabras”

Un espectáculo donde el narrador extiende voz y texto para deleite del público.





El narrador  es, en este caso, la anfitriona ideal para cautivar con recursos genuinos y variados.  Ana María Oddo, una especialista en el arte de contar, eligió en esta oportunidad transformar su cuerpo en un instrumento dramático no invasivo, pero eje del encuentro oral. Ella habla con las manos, el rostro y la expresión de sus ojos.

Las cuerdas vocales hacen más que operar como resonadores. Su boca gesticula y articula vocales y consonantes, gestando universos más próximos o lejanos, realistas o imaginarios, que van de García Márquez a Prevert y Anderson Imbert.

“Defiendo mis palabras” contiene poesía propia (potente el cierre de la decidora-poeta) y relatos ajenos, en una adaptación libre, justa.

Luz y sonido ambientan la escena austera, donde es la intérprete la que gana protagonismo sin “hacer de actriz”. Oddo es una narradora cálida, sugerente, ingeniosa y sutil.

Por el friso de este ensamble pasan Frida Kahlo y Diego Rivera, la dinastía Buendía; la ternura y el dolor, el amor y la pasión.

¿Hace falta algo más? No. Sólo sentarse y disponerse a escuchar y ver. Ver hasta cuando la luz se apaga  y un bolero asesta flores (palabras) en el corazón.



Gustavo D´Orazio
www.gdorazio.blogspot.com.ar


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