viernes, 28 de febrero de 2014

De barbas y de bárbaros

Eran bárbaros.
Usaban largas barbas.
Tenían yelmos y corazas.
Tenían garrotes toscos.
Tenían olfato para el poder.
Tenían costumbre de arrasar.
Tenían desprecio por los pensantes.
Tenían dominados a sus sirvientes.
Tenían el hábito de la traición.
Tenían tendencia a negar sus fechorías y a verse como inocentes.

Después, la buena noticia: los bárbaros fueron exterminados.
Desde entonces, el protocolo exige rostros afeitados, nadie usa yelmos ni corazas, la tecnología ha cambiado los toscos garrotes por teclas sofisticadas.
Sin embargo,
siguen teniendo
           olfato para el poder
           costumbre de arrasar.
           desprecio por los pensantes.
           dominados a sus sirvientes.
           el hábito de la traición.
           tendencia a negar sus fechorías y a verse como inocentes.
Es decir,
siguen teniendo
          nuestra vida en sus manos
          nuestro futuro debajo de su pie.


2 comentarios:

  1. Evoluciona tu escrito, Ana, confirmando la mutación de los bárbaros. Para una lectura en estado de alerta...

    Abrazo.

    Pd.: las adoratrices llegaron al Bestiario.

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  2. Excelente, amiga. ¡Y qué hermosamente colorido tu blog!

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