En la habitación vacía
se alojan
murmullos, gritos, asombros
lágrimas, promesas, rebeldías,
proyectos, frustraciones
rompecabezas del tiempo
presencias urdidas en el espacio desnudo
presencias que delatan
el fervor de lo vivido
y me retornan
fieles
de todos mis adioses.
Te retornan de los adioces con magia y un sentido oportuno de la descripción y los sentimientos. Bello y potente. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Ana, por compartirlo. Como otras veces, me pasa que siento una profunda identificación con tu poema. Un abrazo.
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