Fin de año.
Decimos: el tiempo se nos escapa de la mano
sin darnos cuenta de que somos nosotros
-agua y tierra-
los que nos vamos escurriendo sin remedio
mientras
el tiempo sigue ahí
imperturbable
sereno en su quietud de brazos extendidos
desde antes
mucho antes
hasta un después inabarcable.
EN LA ETERNIDAD ESTAMOS, FLUIMOS Y VAMOS...FINITOS. BELLEZA PURA EN ESTE JUEVES 30 DE DICIEMBRE, ANA.
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