jueves, 14 de julio de 2011

Esta vez, Domus



Sí, esta vez fue en Domus, ese bello, "necesario", espacio en el arte. Con sus cuadros, sus piezas de arte, sus mesas coquetas, sus mantelitos bordados, el exquisito té con masas y la calidez de Graciela y Alejandra, Domus fue el marco perfecto para una tarde de cuentos. La palabra, con su magia imbatible, con sus altos y sus bajos, con su poder de explorar las más distantes regiones, fue, una vez más, la protagonista. El público entusiasta se sumó al juego, se dejó conducir y acompañó con risas, aplausos y emociones. Y allí estábamos Elena y yo, rodeadas de cariño y de belleza, envueltas en ese inconfundible calorcito que flotó en el aire y aventó el frío cada vez que una historia se desgranaba. El broche de oro fue el recuerdo-homenaje: leímos, emocionadas, palabras de Facundo Cabral.
Y esto ha venido para quedarse: los segundos domingos de mes, Té con cuentos en Domus, una buena costumbre que aligera el ama, sana el espíritu y deleita el paladar. ¡A no perdérselo!

1 comentario:

  1. YA IRE A DISFRUTAR DE LA PALABRA, DE TU ENERGIA Y CALIDEZ. SALUDOS, AMIGA. GUSTAVO.

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