Terremoto
Este que tanto fue metáfora
se hizo de pronto contundencia.
Por fin sabemos qué decimos
cuando invocamos su erres y sus tes
aterradoras
su movimiento involuntario
y ese cruel vacío debajo de los pies.
Este que tanto fue metáfora
se hizo de pronto contundencia.
Por fin sabemos qué decimos
cuando invocamos su erres y sus tes
aterradoras
su movimiento involuntario
y ese cruel vacío debajo de los pies.