John Malkovich
La poesía es un lugar de encuentro donde todas las voces y todos los ecos dejan su marca. Fugacidad y persistencia. Por eso este espacio, donde la palabra será la protagonista, la palabra que vuela de boca en boca y de mano en mano. Una buena manera de empezar a encontrarnos es recordar a Miguel Hernández: "Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea."
jueves, 29 de marzo de 2012
27 de marzo, Día Internacional del Teatro
John Malkovich
La voz del poeta
Porque da sentido a este blog, no puede faltar este poema:
La boca
Boca que arrastra mi boca:
boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.
Canción que vuelve las alas
hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos fúlgidos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.
Beso que rueda en la sombra:
beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astro que tiene tu boca
enmudecido y cerrado
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.
Beso que va a un porvenir
de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.
¡Cuánta boca enterrada,
sin boca, desenterramos!
Beso en tu boca por ellos,
brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.
Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.
He de volverte a besar,
he de volver, hundo, caigo,
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.
Boca que desenterraste
el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
vida, muerte, amor. Ahí quedan
escritos sobre tus labios.
miércoles, 28 de marzo de 2012
Recordando a Miguel Hernández
"Recordar a Miguel Hernández que desapareció en la oscuridad y recordarlo a plena luz, es un deber de España, un deber de amor. Pocos poetas tan generosos y luminosos como el muchachón de Orihuela cuya estatua se levantará algún día entre los azahares de su dormida tierra. No tenía Miguel la luz cenital del Sur como los poetas rectilíneos de Andalucía sino una luz de tierra, de mañana pedregosa, luz espesa de panal despertando. Con esta materia dura como el oro, viva como la sangre, trazó su poesía duradera. ¡Y éste fue el hombre que aquel momento de España desterró a la sombra! ¡Nos toca ahora y siempre sacarlo de su cárcel mortal, iluminarlo con su valentía y su martirio, enseñarlo como ejemplo de corazón purísimo! ¡Darle la luz! ¡Dársela a golpes de recuerdo, a paletadas de claridad que lo revelen, arcángel de una gloria terrestre que cayó en la noche armado con la espada de la luz!"
lunes, 26 de marzo de 2012
Por ella, por ellas
Yolí Fidanza
Por ella, por ellas
Por ella, la niña violentada, el vestidito negro,
el corazón, latido de temprana esperanza.
Por ella la nacida bajo aciago signo,
la sin ángel custodio, la burlada de amor,
la abandonada bajo la cara en sombras de la luna.
Por la muchacha de falda desgarrada,
abultado el prematuro vientre, temprano de desesperanza.
Por ella y por las asesinadas en ancestrales ritos,
condenadas a los dardos en las lapidaciones,
al filo de la navaja, la sangre íntimamente derramada.
Por las crucificadas en maderos de injusticia,
mendicantes en esquinas de opulencia
Por quienes esconden ojeras teñidas de violeta
y pétalos morados en golpeadas mejillas,
como ríos de lava las lágrimas hollando el surco de la herida.
Por las compradas a precio vil en burdeles de hipocresía.
Por la inocencia inmolada a la prepotencia de los vencedores.
Por las malhadadas que engendran frutos de la fuerza
y olvidadas de sí los besan y amamantan.
Por las rehenes en albergues sin luz
con ventanas tapiadas y puertas con sus llaves perdidas.
Por las muertas sin nombre sin coronas de martirio sin cruz.
Yo no quiero llorarlas con lágrimas inútiles
intento darles voz a sus silencios, que no baste el monótono rezo
que caiga de los ojos el velo, que el drama atormente la memoria.
Sea nuestra palabra viento en el monte, grito en la selva,
eco que golpeé la montaña, agua en los salitrales,
llama que derrita la frialdad de corazones como témpanos,
que ruja en el vaivén de las olas y sobre la playa duela,
que repique hecha terca llovizna en las techumbres,
que desarme la mano que se alza, que borre del lenguaje el insulto.
No calle la boca ante el neón que vuelve perversión la desnudez
Ni ante la mesa de rico mantel si la blancura oculta otras esclavitudes.
Que no se pierda el llanto, que nuestro oído atienda
que en la página la ignorancia se borre y el conocimiento detenga la infamia.
Como gota que horada la piedra persistente el reclamo
Piedad para sus llagas, medicina para sus heridas azúcar para la hiel de sus labios.
Por ellas y por la niña de Chihuahua hecha símbolo
en procesión las vivas y las muertas,
triste el fraterno gesto, cubiertas las cabezas con velo de duelo,
unas con encendidos cirios, otras en sus urnas de cenizas.
Firme el paso, elocuente el silencio.
Tomadas de las manos por las calles del mundo.
Ved, delante de nosotras anda la Guadalupe, toda vestidita de negro.
En apoyo a la Declaración de Naciones Unidas, en repudio a toda violencia ejercida sobre la mujer. (Nota de la autora)
Del libro Serás Mujer. Ediciones Botella al mar, octubre 2011
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sábado, 24 de marzo de 2012
24 de marzo, a 36 años del horror
Pájaros muertos
Camino sobre las piedras calientes de la memoria
tropiezo a cada paso
con cientos, miles
de pájaros muertos
se espantan los pies
al contacto de sus plumas quietas
suaves aún, coloridas
pero quietas
abrazadas al fantasma de su vuelo
pero quietas
tibios aún sus cuerpecitos
pero quietos
el camino caliente de la memoria
está sembrado de pájaros muertos.
miércoles, 21 de marzo de 2012
Paseo por las sierras: Villa de Merlo, San Luis
viernes, 9 de marzo de 2012
22 de febrero
Jorge Luis Borges
Borges imaginó a Quiroga
viajando en coche hacia la muerte
atravesando
vestido de héroe
las puertas grandes de la Historia.
Nosotros vimos sin esfuerzo
multiplicadas en todas las pantallas
dosmil almas que empuñaban
su historia minuciosa
en vagones imposibles.
Fue gris el viaje
como el viaje gris de cada día
a la rutina del desánimo.
Y sin embargo
dos mil pequeños mundos
crecían en la espera
pululaban
cantaban su canción
o dormían su cansancio.
Dosmil almas van en tren hacia la muerte.
Y aún no lo saben.