miércoles, 12 de mayo de 2010

Fiesta en la Feria

Sobre el filo del cierre, el último día, tuve la hermosa oportunidad de compartir el espacio de narración coordinado por Ana Padovani en la Feria del Libro. Allí estuvieron las queridas Paula Martín y Graciela Sarcone, entre muchos otros narradores que comienzan o que afianzan este camino sin retorno que es la narración oral. Fue, como tantas veces, una fiesta de la palabra y de la imaginación. Fue, como tantas veces, un momento único, irrepetible, uno de esos que te hacen pensar: "¡Qué bueno que estuve ahí!"

lunes, 3 de mayo de 2010

La gota ...

Por fin, después de dos años de añejamiento, salió a la luz La gota que horada los sueños, mi tercer libro de poesía. Fue en circunstancias muy especiales, el sábado 1 de mayo, en el marco del V encuentro internacional Reunión de Voces, organizado por el grupo Pretextos. El querido Gustavo D´Orazio, autor del prólogo, no pudo estar presente pero yo traté de leer algunos párrafos, los que el pudor ante sus bellas palabras me permitió. Patricia Morante, compañera, narradora, poeta, ¡libriana!, leyó con su voz acariciante algunos poemas. Todo fue hermoso, sereno, emocionante, alegre con esa alegría que da el compartir, ya que fueron varios los libros que se presentaron y muchos los poetas que leyeron sus obras. El alma rebosaba de asombros. Los oídos vivían una fiesta de sonidos. Las bocas se llenaban de palabras, de palabras andantes que, enternecidas ante nuestro entusiasmo, hicieron un alto en su andar y nos regalaron pequeñas porciones, todas distintas, de sus tesoros infinitos. ¿Que dónde fue la magia? En el Sadem, Sindicato Argentino de Músicos. De las pitonisas habría mucho que decir. Pero baste con esto: son cinco brujitas, autodenominadas "locas" irreversibles, que vuelan de aquí para allá por todo el salón tocando a unos y otros con su varita. Sí, la magia fue convocada. Y la magia se produjo.

Pronto habrá mas presentaciones y estarán todos invitados. Por ahora va un adelanto, dedicado, justamente, a los poetas:

¿Quién es este loco
que se arrastra por los fondos?
No abandona su destino de lumbre
y calcina con su aliento
el encordado de los sueños.

No es verdad que está maldito.
Antiguas lenguas lo bendicen
y lo empujan al círculo del mundo.

Y él se cree poderoso
(¿no está loco acaso?)
con unas pocas espinas inocentes
ante la roja mirada de los hombres.